Caminando por la vida de Copenhague
Cómo he llegado a vivir en Copenhague es una pregunta que todavía hoy me sigo haciendo… pero quizás de nuevo la suerte, en este caso profesional, se ha aliado conmigo y ha aparecido una oportunidad que parecía no debía dejar escapar. Así que me lancé, sin saber muy bien dónde, por qué o con quién estaría, pero han pasado dos meses y ya puedo empezar a hablar de sensaciones.
Hace un año estaba entre playas de Brasil, revoluciones en México y volcanes y lagos en Guatemala; ahora estoy entre tecnologías punteras, con algunos de los mejores profesionales del mundo, trabajando en la empresa de logística marítima más importante del mundo y en una de las ciudades con más calidad de vida de Europa y, seguramente, del mundo. Eso es capacidad de adaptación y la considero una de mis grandes virtudes.
Y tan sólo tenía que hacerme una pregunta para saber si debía venirme…
Piensa si lo que estás haciendo ahora, te acerca al lugar donde quieres estar mañana.
La respuesta fue sí y aquí estoy. Por cuánto tiempo, es una pregunta que todavía no sé responder…