El gobierno de Pekín acaba de lanzar su proyecto más ambicioso de los últimos años con la restauración de una “nueva” sección de la Muralla China.

La sección es Hefangkou, en el distrito de Huairou, al norte de Pekín. Esta parte del famoso monumento fue apodada como la muralla salvaje, ya que era una de las más peligrosas en las cercanías de la capital china. Esta sección es una desconocida, sobre todo en comparación con los más populares puntos turísticos de la Gran Muralla: Badaling y Mutianyu. Tanto es así, que nunca ha sido abierta al público, al menos oficialmente, porque se sabe de excursionistas e intrépidos aventuros que se adentraron en ella.

No hay escaleras. No hay carreteras. Sin embargo, todo va a cambiar, una vez que la actualización sea completada a finales de 2012. El proyecto contará con un presupuesto de más de 40 millones de yuanes (6,5 millones de dólares) y renovará un tramo de 3,5 kilómetros de la muralla, incluyendo 25 torres de vigilancia de la edificación defensiva.

La renovación está aún en sus etapas iniciales, tratando de recuperar la mayor cantidad de aspecto original de la pared como sea posible. Pero es mucho más difícil de lo que parece, sobre todo cuando llueve.

En Hefangkou, sólo las torres de vigilancia fueron hechas originalmente de ladrillos. Las rocas fueron utilizados en la construcción del tramo principal de la pared, debido a, entre otras razones, las limitaciones económicas de la época.  Los ingenieros chinos cuentan que el valle fue utilizado como una línea de frontera, para evitar la invasión de ejércitos extranjeros durante la dinastía Ming.

Así que si eran pocos los alicientes para conocer la Muralla China, que mejor que una sección “nueva” para visitar, para ello sólo tendremos que esperar al 2013. Mientras tanto, podemos seguir visitando sus secciones más habituales.

Muralla China