Reflexionando en casa

Justo hoy, 25 de Julio, ponía rumbo a Málaga desde Bangkok. Era el final a más de 4 meses de viaje por Asia. Mi regreso a mi ciudad de origen. En ese momento lo consideré algo transitorio y temporal porque, aunque en parte estuviera en la hoja de ruta inicial, quedaban muchos detalles por aclarar.

En el primer mes todo fue tranquilo, plasmando la idea de Málaga Top, que tantas satisfacciones me está dando, y volviendo a tomar el pulso a la ciudad tras 10 años de ausencia. Además, tuve la suerte de entrar a participar en un grupo de trabajo con varios amigos y que considero clave en mi evolución personal de los últimos meses, gracias a sus consejos y recomendaciones.

Muchos fueron los cambios en los dos meses siguientes, decisiones importantes fueron tomadas y la sensación de que, pese a todo, la vida debía seguir a pesar de sentir un vuelco tremendo en mi vida personal, profesional y familiar.

No es fácil sentir que has decepcionado a tantas personas a la vez, tomando una de las decisiones más valientes y difíciles de tu vida.

No lo dudé y me fui a caminar por la vida en Toulouse, con una oportunidad laboral que me abriría tantas puertas y me aclararía tantas dudas, que puedo decir que ha sido una de las mejores decisiones de este año. Mientras tanto, los colores rojizos del otoño iluminaban las oscuras noches francesas.

Y la vida seguía… así que a finales de año regresé a Málaga, para ahora sí asentarme en mi casa, mi ciudad, con familiares y amigos. Volví a retomar escapadas, viajes y comidas de domingo, seguí descubriendo nuevos lugares en la ciudad, incluso retomé otras aficiones que tenía olvidadas.

Lo próximo sería organizar mi primer viaje, para lo cual elegí las Islas Lofoten y lo titulé: “En busca de Auroras Boreales desde Málaga”. La apuesta fue arriesgada, pero el resultado, tanto a nivel personal y organizativo, no pudo ser mejor y volví a ver la magia en el cielo de Noruega. Lo bonito fue compartirlo, enseñando un destino especial a muchas personas, cumpliendo el sueño de tantas otras y, quién sabe, quizás fue el inicio de algo más grande para próximas fechas.

A los pocos días de volver, me invitaron a ser ponente de “Cenas con Chispitas”, un evento donde disfruté hablando de viajes durante 3 largas horas, conocí a personas fantásticas y me sentí un privilegiado por contar mi historia, mi experiencia y mostrar mis ganas de vivir, de seguir haciendo cosas. Además, me acompañó Papá Wonder, siempre sinónimo de éxito, no sólo por su presencia, sino por lo que transmite a los demás.

Y volví a viajar… regresé a Copenhague y saldé mi deuda histórica con Amsterdam. Luego vinieron días de regresar a Madrid, de disfrutar de esos amigos a los que hacía meses que no veía (y que echaba de menos) y de participar en la primera gira de “Sombra Doble”.

Tour de street art y graffiti por Málaga

Tour de street art y graffiti por Málaga

Hace un mes comencé un nuevo proyecto: enseñar el arte callejero y los graffitis de Málaga. La experiencia no está pudiendo ser mejor y el retorno personal y económico está superando cualquier expectativa previa.

Por si os interesa, aquí tenéis toda la información para hacer el tour.

Y así llegamos a hoy… con muchas puertas abiertas y decisiones que tomar, pero de nuevo tomando las riendas de mi vida en base a la libertad personal y financiera. Y sí, seguiremos viajando, porque ya puedo confirmar que volveré a México para recorrerlo durante 3 semanas, saldando así una deuda personal que me impuse desde el mismo minuto que lo dejé hace 3 años.

Como veis, 365 días intensos, de cambios, de viajes, de conocimiento interior, de aprendizaje, de regreso, de echar la vista atrás para entender el presente y planificar el futuro.

En los próximos meses, se avecinan cambios y emociones y como buen oxímoron del gran Ismael, mi impredecible organización puede deparar sorpresas, quizás hasta a mí mismo. Espera un futuro celeste.

La Odisea

La Odisea