Portada Atardecer Cofete

Dicen que son las mejores playas de Fuerteventura, algunos se aventuran y dicen que las mejores de España, no sé si llegan a tanto, porque me faltan destinos que conocer, pero sí que puedo decir que son paraísos, maravillas de la naturaleza. Ver un atardecer y caminar por Cofete es sentirte en cualquier lugar del mundo, a miles de kilómetros de lo que conocemos, pero estamos en las Islas Canarias, tan cerca, tan lejos.

En nuestro primer día en Fuerteventura y con el campo base en Corralejo, tomamos rumbo sur, recorriendo la isla de norte a sur, entre paisajes desérticos, playas, resorts, pequeños pueblos, aldeas y carreteras secundarias. Hay que llegar hasta Morro Jable para comenzar la verdadera aventura que te llevará a los paraísos. Una carretera de tierra, piedrecitas, no apta para todos los turismos, así que agradecimos llevar un SUV (mezcla de turismo y 4×4), así los baches se notaban menos, pero se notaban. Casi una hora entre tierras y con el mar flanqueando el camino, por momentos el terreno es árido, casi desértico.

Nuestro primer destino del día es el faro de Punta Jandía, en el extremo más suroeste de la isla. Las vistas del entorno son buenas y te permite observar todo el camino recorrido, así como observar las playas cercanas, la mayoría inaccesibles, aunque algunos valientes pescadores están pasando la jornada allí. El color del mar es de un azul intenso y el Sol brilla en todo lo alto, el contraste entre los colores de la tierra y el mar hacen que las escenas sean aún más vivas.

Contemplando el mar de Fuerteventura

Contemplando el mar de Fuerteventura

En el faro hay un bar-restaurante, pero al ser invierno está cerrado, sin embargo en la parte inferior hay una pequeña exposición sobre la zona, aunque no demasiado interesante. Tras dar un paseo por la zona, decidimos buscar un lugar para comer, dando con la tecla en un pequeño bar a pie de carretera, en el cruce hacia la playa de Ojos, donde pescados de la zona y unas papas arrugadas con mojo picón, nos dan la bienvenida a Canarias. Una comida deliciosa, a 25 grados un 30 de Diciembre.

Faro de Jandía

Faro de Jandía

Retomamos la ruta y vamos en busca del primer paraíso del día, encontrándolo a unos 10 minutos del desvío. Apenas está señalada, porque no se aprecia desde la carretera, pero todo parece indicar que estamos ante la playa de Ojos, así que aparcamos, echamos un primer vistazo y sí, ahí está una pequeña escalerilla que conduce a una pequeña playa, donde aparentemente no había nadie.

Playa de Ojos

Playa de Ojos

 

Previo atardecer en playa de Ojos

Previo atardecer en playa de Ojos

Ya desde la arena se puede contemplar con tranquilidad, la playa es magnífica y en uno de los extremos vemos algunas personas, 5-6. El mar está agitado, pero eso no impide que una valiente del grupo se anime y se dé un buen baño, más bien el mar se lo dio a ella. Nos sentamos unos minutos a disfrutar y hacer fotos, pero no pudimos tanto como hubiésemos querido, porque, al ser invierno, el Sol comenzaba a caer pronto y queríamos llegar al atardecer en Cofete, así que reemprendimos la marcha, no sin antes disfrutar de unas últimas vistas.

Sobrevolando la playa de Ojos

Sobrevolando la playa de Ojos

Tras salir de la playa de Ojos decidimos seguir avanzando hacia una carretera que parecía tener fin, pero realmente llegaba a otro extremo de la isla. La decisión fue un éxito, porque los paisajes que se ven desde allí son únicos. Era la antesala de lo que encontraríamos luego en Cofete y alrededores.

Un espectáculo ver los acantilados, los colores del mar, sentir el intenso viento y contemplar las formaciones rocosas, erosionadas por la fuerza de la naturaleza. Parecían postales de otros lugares, no de esas playas paradisiacas que se anuncian en la isla.

Vistas desde Punta Pesebre

Vistas desde Punta Pesebre

Con algo de prisa, porque el Sol comenzaba a descender más rápido que nosotros avanzar, deshicimos el camino y buscamos el cruce hacia Cofete, donde de nuevo la carretera comenzaba a ser bacheada y terrosa, pero en relativo buen estado. Se comienza a subir hasta un lugar donde aparece que se acaba el camino, pero tras girar un par de curvas más lo que aparece ante tus ojos es una maravilla, un impacto visual como pocos.

Cofete se muestra inmensa, infinita entre las montañas del parque natural de Jandía. Son kilómetros de playa escondidos.

Aceleramos un poco el ritmo con el coche para poder llegar al atardecer porque el Sol ya no amenaza con esconderse, sino que lo está haciendo, así que dejamos el coche al final de la carretera donde buenamente podemos y nos vamos lanzados hacia el mar, no para bañarnos, sino para presenciar como la luz comienza a ser tenue y la hora azul se hace con el control de la playa.

Atardecer en Cofete

Atardecer en Cofete

He tenido la suerte de ver muchos atardeceres por el mundo, pero si tuviera que volver a hacer una lista, sin duda, que incluiría éste entre los más destacados. Qué lugar, qué colores, qué maravilla. Podías girar completamente, hacer un 360º y cualquier vista te sorprende, te deja hipnotizado. Quizás solo en Florianópolis (Brasil), he visto algo comparable, donde caminabas por la playas sin fin, tal y como se puede hacer aquí, más de 12 kilómetros de suave arena, flanqueada por un paisaje que parece pintado para darle más relevancia a un lugar ya de por sí espectacular.

Gotas de olas en Cofete

Gotas de olas en Cofete

Para despedir el atardecer las suaves olas parece que se quedan pintadas en la arena, son gotas que dejan su leve rastro, no se quieren ir, no quieren interrumpir el momento. Al irse el Sol, comienza a soplar un intenso viento, que refresca y nos indica el final del día, así que emprendemos la marcha por la misma carretera, pero ya completamente oscura, aunque en nuestros ojos todavía brilla ese momento. Un atardecer inolvidable en Cofete y todavía quedaban otros en Fuerteventura, pero eso bien merece otra historia.

Panorámica de Cofete

Panorámica de Cofete