La bella historia de amor que precedió al Taj-Mahal

Tenemos que remontarnos al año 1607 para comenzar la historia, cuando un príncipe, Shihab-ud-din Muhammad Khurram, de tan solo 20 años de edad, heredero del Gran Imperio Mongol, conoce a una joven persa-musulmana llamada Arjumand Bano Begum, en un bazar donde ésta vendía cristales. Admirado por su belleza no fue siquiera capaz de dirigirle la palabra en un primer momento.

Era bella, inteligente y culta, pero las razones de estado interfirieron con la temprana pasión: el príncipe fue obligado a tomar por esposa a una princesa como él, hija del rey de Persia. Sin embargo, la ley musulmana vino en su ayuda: permitiendo que un hombre tuviera cuatro esposas.

Mumtaz_Mahal

Consultando la fecha con los astrólogos de la corte, se llegó al día del casamiento. Shihab-ud-din Muhammad Khurram, por fin pudo reunirse con su amada en el año 1612, después de cinco años impedido de verla. Poco después, el nombre de ella sería cambiado por otro: Mumtaz Mahal, qué significa, literalmente, ‘la elegida del palacio’. El príncipe, que luego fue el emperador Sha Jahan, fue un prolífico mecenas, con recursos prácticamente ilimitados.



Una obra de amor debido a una repentina muerte

En 1631, tras 19 años de matrimonio y unos años después de la ascensión de éste al trono como Sha Jahan, cuando le acompañaba en su campaña en el Decán, Mumtaz murió al dar a luz a su decimocuarto hijo y el emperador, en su memoria construyó el mausoleo de Taj Mahal, con el que quiso ofrecerle el palacio y la corona que no tuvo en vida

La construcción del Taj Mahal se inició después de la muerte de la emperatriz y duró veintidós años; intervinieron unos veinte mil trabajadores y costó cuarenta millones de rupias.  Ésta se realizó según los planos de un consejo de arquitectos procedentes de India, Persia y Asia central, aunque parece que el auténtico inspirador fue el propio emperador. Se conocen los nombres de algunos de los maestros que participaron en la empresa: el turco Ismail Afandi, que diseñó las cúpulas; Qazim Khan, de Lahore; Chíranji Lal, de Delhi, que se encargó de los mosaicos; el cantero Amir Ah, de Beluchistán; Amanta Khan, de Shiraz (Persia), insigne calígrafo. El maestro de obras fue el turco Listad Isa; la leyenda cuenta que, cuando el edificio estuvo acabado, Jehan ordenó cortar su mano para impedir que pudiese repetir una obra semejante.

Lo cierto es que en Agra se reunieron las mayores riquezas del mundo: el mármol, principal material de construcción, fue transportado en elefantes desde el Rajasthan; jade y cristal de la China, turquesas del Tibet, lapislázuli de Afganistán, crisolita de Egipto, ágata del Yemen, záfiros de Ceylán, amatistas de Persia, coral de Arabia, malaquita de Rusia, cuarzo de los Himalayas, diamantes de Golconda y ámbar del océano Indico.

Pintura del Taj Mahal

Pintura del Taj Mahal

A poco de terminar la obra en 1656, Sha Jahan cayó enfermo y su hijo Sha Shuja se declaró a sí mismo emperador en Bengala, mientras Murad, con el apoyo de su hermano Aurangzeb, hacía lo mismo en Guyarat. Cuando Sha Jahan, muy enfermo ya, se rindió a los ataques de sus hijos, Aurangzeb le permitió seguir con vida en arresto domiciliario que cumplió en el cercano fuerte de Agra, el Fuerte Rojo, desde donde contemplaba el Taj Mahal a través de su ventana. En su lecho de muerte, a los 74 años, pidió que se le colocara un espejo para ver la tumba de su esposa. Se dice que cuando murió, miraba el Taj Mahal…

El hijo del Sha Jahan rompió con la simetría, por venganza, por envidia o por amor, al enterrar a su padre al lado de Mumtaz Mahal. Ella está representada por una pequeña loza, y el Rey, por un tintero, símbolo de la mujer como un papel en blanco en la que escribe su marido.

El Taj Mahal desde el siglo XIX hasta nuestros días

A finales del siglo XIX varios sectores del Taj Mahal estaban muy deteriorados por falta de mantenimiento. Durante la época de la rebelión hindú (1857) fue dañado por soldados británicos, cipayos y oficiales del gobierno, quienes arrancaban piedras semipreciosas y lapislázuli de sus muros.

En 1908 se completó la restauración ordenada por el virrey británico, Lord Curzon, quien también encomendó la fabricación de la gran lámpara de la cámara interior según el modelo de una similar que se encontraba en una mezquita de El Cairo. Curzon hizo remodelar también los jardines al estilo inglés que todavía hoy se conservan.

Durante el siglo XX mejoró el cuidado del templo, en 1942 el gobierno construyó un andamio gigantesco cubriendo la cúpula, en previsión de un ataque aéreo de la Luftwaffe y, posteriormente, de la fuerza aérea japonesa. Esta protección se volvió a erigir durante las guerras entre India y Pakistán de 1965 y 1971.

Taj Mahal en 1860

Taj Mahal en 1860

En 1983, fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Desde 1985 se han venido observando inconvenientes en la estabilidad estructural del mausoleo, incluyendo la inclinación progresiva de los altos minaretes. Las principales causas parecen ser la progresiva desecación del cauce del río Yamuna, modificando el tenor de humedad del suelo, y su capacidad portante.

Se ha denunciado el creciente deterioro de los mármoles del Taj Mahal a causa de la contaminación ambiental. Las emanaciones industriales en la atmósfera producen la acumulación de una pátina que corroe las superficies del monumento.

Siguiendo órdenes judiciales de protección ambiental, se ha restringido el tránsito vehicular en las cercanías del complejo, y se estudian otras medidas de conservación.

Las autoridades de Agra permiten nuevamente la visita en noches de luna, paseo tradicional por el monumento, que fueran prohibidas desde 1984 por temor a atentados a causa de la rebelión sikh de aquella época.

El Taj Mahal fue nombrado el 7 de julio de 2007 como parte de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.