Tan importante es ver Machu Picchu cómo organizar su llegada y recorrido previo, es por ello que ofrezco la ruta que seguimos hasta llegar a la maravilla. La experiencia nos dice que ha sido un gran acierto, por los destinos, la aclimatación y por su temporalidad, yendo de menos a más, concluyendo en el símbolo inca por excelencia: Machu Picchu. Espero que os sea de ayuda para un futuro viaje a Perú.
El itinerario seguido fue el siguiente:
- Día 1: Cuzco. Aclimatación y paseo por la ciudad. Noche en Cuzco.
- Día 2: Restos arqueológicos de alrededores de Cuzco. Cristo Blanco. Noche en Cuzco.
- Día 3: Pisac. Trayecto hasta Ollantaytambo. Noche en Ollantaytambo.
- Día 4: Ollantaytambo. Tren hacia Aguas Calientes. Noche en Aguas Calientes.
- Día 5: Machu Picchu. Noche en Aguas Calientes.
- Día 6: Tren Aguas Calientes-Ollanta. Combi Ollanta-Cusco. Bus nocturno Cuzco-Puno.
Realizar el trayecto en tren Ollantaytambo-Aguas Calientes, en lugar del Cuzco-Aguas Calientes, nos permitirá ahorrar bastantes euros y, sobre todo, hacer una ruta más completa.
Lo primero es llegar a Cuzco o Cusco, situada a más de 3.400 metros de altura. Se puede hacer según la clásica ruta Lima-Cuzco (bus o avión, según vuestra prisa y economía).
Otra opción habitual es llegar desde Puno, donde se supone que ya habremos superado el mal de altura, ya que Puno está incluso más alto, a 3.800 msnm. En nuestro caso, tomamos el avión de Lima-Cuzco con LAN por 70€.
El avión tarda 1 hora y cuesta aproximadamente 60-70 €. El bus tarda casi 1 día en llegar y reduce el coste a 30-40€, más la noche que se gana viajando en el bus.
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Aclimatación en Cuzco.
Mi recomendación, salvo llegada desde Puno, es dedicar el primer día a aclimatarse a la altura de Cuzco. Así que paseos cortos, comida ligera y beber mucho líquido. Tomar mate de coca, caramelos de coca e incluso ibuprofeno, nos ayudará a superar los efectos del «soroche» o mal de altura.
Sentir el «soroche» es muy personal y en mi caso la aclimatación fue perfecta e inmediata, pero no podemos despreciarlo, hay personas que lo pasan realmente mal.
Nuestra ruta el primer día fue la Plaza de Armas, el bullicioso mercado de San Pedro (podemos comer y tomar jugos a muy buen precio), la iglesia de San Francisco y dejarnos perder por las callejuelas de esta preciosa ciudad, que por la noche tiene un color, ritmo y encanto especial. Cenamos algo ligero y nos fuimos pronto a descansar.
El segundo día amanecimos pronto, ya que tocaba una jornada completa viendo los restos arqueológicos situados en las inmediaciones de Cuzco. Aquí lo mejor es seguir la fantástica guía de María de «Callejeando por el mundo», donde describe con todo detalle los pasos a seguir. Tan solo cambiamos parte del camino por la carretera por rutas a campos a través, una recomendación que consideramos acertada. Por lo demás, prepararos para caminar, pero también para disfrutar. Es una jornada larga, pero bellísima y la parte final con las vistas de Cuzco desde el Cristo Blanco y los restos de Sacsayhuaman, impresionante. Concluimos con una buena cena para reponer fuerzas.
No olvidar comprar el boleto turístico que nos permitirá entrar en todos los lugares de la ruta. Su precio de 130 soles es desproporcionado, pero merece la pena asumir ese coste por su recompensa.
En ruta hacia el Valle Sagrado de los Incas.
Al siguiente día, nos dirigimos hacia Pisac, previamente haber dejado gran parte del equipaje en nuestro alojamiento de Cuzco. Cuanto más ligeros vayamos hacia Machu Picchu, mucho mejor, nuestro cuerpo nos lo agradecerá. El transporte hacia Pisac lo podemos tomar en la calle Puputi, a 20 minutos caminando desde la plaza de Armas. El precio Cusco-Pisac está entorno a los 3-5 soles y dependerá de vuestra negociación.
Una vez en Pisac, debemos tomar una decisión: subir a las ruinas caminando o en taxi (precio cerrado de 25 soles hasta la parte más alta). Nuestro consejo es hacerlo en transporte y bajarlas camimando, salvo que seais unos expertos e intrepidos viajeros. Esos si, preparad las piernas para una subida exigente de más de 1 hora.
El parque arqueológico de Pisac es espectacular, un buen preludio de Machu Picchu. Recorrerlo completo es ambicioso, pero posible llegando a primera hora y estando en forma. En nuestro caso, elegimos una de sus zonas y la recorrimos entera. Comienzas a ver el uso de las terrazas de cultivo y una ubicación privilegiada, puedes observar panorámicas de 360 grados de toda la ciudad.
Es un lugar imprescindible en cualquier ruta hacia Machu Picchu. Y muy recomendable verlo antes para no restarle ni un ápice de importancia a este fantástico lugar. La bajada es un trayecto sencillo de aproximadamente 1 hora de duración y está perfectamente señalado con la indicación «Pisac».
Concluimos la visita sobre las 15, dimos un breve paseo por la ciudad, repusimos algunas fuerzas con unas empanadas y nos dirigimos hacia nuestro siguiente destino: Ollantaytambo (Ollanta), donde haríamos noche. Aquí lo importante es saber que no hay transporte directo Pisac-Ollantaytambo, debemos ir primero a Urubamba. El transporte lo tomamos en el mismo lugar que nos dejó la furgo de Cusco-Pisac; sino preguntad, es sencillo.
El trayecto Pisac-Urubamba no tiene demasiada frecuencia y es habitual esperar 20-30 minutos hasta que pase algún bus o furgoneta, pero no desesperéis que pasará. En nuestro caso, pasó un bus lleno y a los pocos minutos una furgoneta se ofreció a llevarnos a una pareja de franceses y a nosotros (luego fue recogiendo más personas hasta completar los 9 pasajeros).
Una vez en Urubamba, podemos tomar un bus hacia Ollanta o bien si sois varios, en nuestro caso con los franceses, 4, tomar un taxi que os saldrá casi por el mismo precio. Pagamos 2,5 soles por persona, el bus cuesta 1,5 soles.
Llegamos atardeciendo y con un fina lluvia a Ollanta, un pequeño pueblo dedicado casi al 100% al turismo por sus restos arqueológicos y, sobre todo, por su conexión ferroviaria con Aguas Calientes. Paseamos 20 minutos por sus calles empedradas y cenamos un lomo de alpaca y un ají de gallina para alimentar cuerpo y espíritu tras el largo día.
Amanecimos pronto, para poder desayunar tranquilamente y ver las ruinas de Ollanta. Se tardan unas 2 horas en recorrerlas con calma y es muy reseñable el uso del agua de los incas en este lugar, con numerosas fuentes e incluso un templo dedicado al agua. La visita es muy agradable y completa.
Destino Machu Picchu
Se acercaba la hora de tomar nuestro tren hacia Aguas Calientes, así que nos fuimos caminando hasta la estación de tren. Allí estaba el tren de Perú Rail dispuestos a trasladarnos a los pies de Machu Picchu. El trayecto de apenas 90 minutos transcurre entre bellos paisajes y se hace muy ameno gracias a las ventanas panorámicas. El tren distingue entre peruanos y extranjeros, con vagones bien diferenciados, de diseño y confort. La diferencia de precio entre unos y otros también es notable.
Los trayectos de tren los compré directamente en la web de Perú Rail, pero es posible comprarlo en agencia con un sobrecoste. En cualquier caso, compradlo con antelación, las plazas son limitadas y se agotan pronto, además las mejores horas cuestan más dinero.
Y llegamos a Machu Picchu pueblo, Aguas Calientes, donde una intensa lluvia nos dió las buenas tardes. Caminamos un poco y nos refugiamos a tomar algo calentito mientras arreciaba la lluvia, cosa que nunca sucedió, así que fuimos a cenar y a descansar. Tocaba madrugar al día siguiente para ver una maravilla del mundo y eso no sucede todos los días, pero eso es otra historia: un día en Machu Picchu.
Dormir dos noches en Aguas Calientes lo considero todo un acierto, sobre todo la segunda noche, la que te permitirá quedarte hasta el cierre de Machu Picchu y no tener prisa alguna.
Como habéis podido leer, todos los trayectos los hicimos por cuenta propia, sin problema alguno. Son fáciles, sencillos y sino siempre podéis preguntar, que seguro alguien se ofrecerá a ayudaros.
Y como punto final, dos recomendaciones:
- Lo habitual es que al preguntar el coste de un trayecto os digan un precio más elevado. Ofreced menos o preguntar a algún local cuánto debe costar. Tener alguna referencia de precio siempre ayuda.
- El ritmo de vida es mucho más lento, no desesperéis, tomad las cosas con calma. A veces hay que esperar a que se llene la furgoneta, otras veces tendréis multiples paradas o la carretera estará llena de baches. Considerad esto parte de la experiencia de vuestro viaje, sino contratad algo organizado y olvidaros de todos esos temas.
P.D. No he dado datos de nuestros alojamientos, por ser una decisión muy personal, pero estuvieron acordes a lo que buscábamos y quedamos muy satisfechos en todos ellos. Si alguien necesita datos, sólo tiene que escribirme o dejar un comentario.