Contemplar una maravilla del mundo desde 3082 metros tras una larga subida de más de 2 horas, ese es el premio al tremendo esfuerzo que comenzó a las 6:00 am.

Y llegas a la cima de la montaña Machu Picchu y la densa niebla y las espesas nubes no te muestran nada. Los rostros de decepción de los valientes que allí están así lo indican, pero la suerte se suele aliar con 21W y a los pocos minutos las nubes se desplazaron y allí apareció ante nosotros la maravilla que más nos ha impresionado hasta la fecha. Machu Picchu, majestuoso, imperial, con el Huayna Picchu de guardián. Fueron solo segundos, pero parecieron horas.

Machu Picchu nuboso desde Machu Picchu

Machu Picchu nuboso desde Machu Picchu

Luego tuvimos más oportunidades de contemplarlo, hacer fotos o sentarnos a verlo en detalle; pero la primera vez siempre es especial y más en una maravilla del mundo.

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La decisión de subir a la montaña Machu Picchu

Desde el principio tenía claro que quería subir a algunas de las 2 montañas que flanquean a la ciudadela de Machu Picchu. Lo clásico y habitual es subir a Huayna Picchu, pero quise hacer algo diferente, más original. Subir más alto, exigirme algo más.

La montaña Machu Picchu es un reto para valientes, con una subida que es un constante reto de cuestas y escalones empedrados. Lo habitual es hacerlo en 90 minutos, pero con descansos y fotos te vas a las 2 horas.

Subida a montaña Machu Picchu

Subida a montaña Machu Picchu

Tiene una gran ventaja respecto al Huayna, no tienes horarios restrictivos. Puedes subir entre las 7 y las 11 am y puedes quedarte en la montaña el tiempo que quieras hasta las 13:00, hora límite para la bajada.

3082 metros de sensaciones

Si el hecho de entrar a Machu Picchu ya supone una sensación especial, imaginad que supone contemplarlo desde las alturas.

Lo primero que pensé fue en lo afortunado que era en ese momento. Tan solo 139 personas en el mundo tuvieron esa suerte ese día y no todos los que empezaron llegaron a la cima.

Machu Picchu oculto entre nubes

Machu Picchu oculto entre nubes

El entorno es espectacular con cotas más altas escoltando a Machu Picchu. No aciertas a entender cómo algo tan fantástico se pudo construir ahí, a esa altura, con esa perfección, con esos medios.

Machu Picchu y su entorno

Machu Picchu y su entorno

Te cuesta unos minutos asimilar lo que estás contemplando, incluso días después sigo pensando en ese momento.

Reconozco que sentí un escalofrío cuando vi que las nubes dejaron ver la ciudadela y otro aún más grande cuando se vio el Huayna Picchu. La escena completa no lo puede describir ni mil fotos ni cientos de vídeos. Hay que verlo en persona, quedarse allí parado.

Contemplando Machu Picchu

Contemplando Machu Picchu

Luego llegó mi sonrisa de felicidad que no me pude quitar en todo el día. Lo habíamos conseguido, estábamos en la cima del mundo en ese momento, de nuestro mundo. La maravilla 14 de 21W había sido conquistada.

Conquista de montaña Machu Picchu

Conquista de montaña Machu Picchu

Bajando hacia la maravilla

Y llegó el momento de bajar hacia la ciudadela. Las inquietantes nubes que nos habían acompañado en la subida, iban desapareciendo poco a poco. Era como un preludio de que algo grande iba pasar. Y así fue. El cielo se volvió azul, tan azul que hasta yo era capaz de distinguirlo.

Vistas a la bajada de Machu Picchu

Vistas a la bajada de Machu Picchu

Las imágenes de Machu Picchu que íbamos encontrando en la bajada hacía que el cansancio pasara a un segundo plano. Fue una recarga de energía vital.

Decidimos hacer una breve parada para comer y el cielo aprovechó para llorar de emoción. Comenzó a llover como sino hubiera un mañana, pero nosotros teníamos claro que estaríamos hasta el cierre, con lluvias, truenos o sol.

El arco iris en Machu Picchu

Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia. Aplicado a Machu Picchu es que tras una fuerte lluvia, el Sol brilla y si estas dos premisas coinciden el arco iris aparece.

Arco iris en Machu Picchu

Arco iris en Machu Picchu

Tras volver a entrar a la maravilla, apenas había gente, pero la lluvia seguía haciendo de las suyas, aunque con un acompañante inesperado: los 7 colores entre gotas de agua, dejando imágenes para el recuerdo. Espectacular quizás sea una palabra que se quede pequeña para esa escena.

Y la tarde comenzó a caer sobre la ciudadela de Machu Picchu, llegó el momento de recorrerla. Apenas si tuvimos tiempo de caminar por el sector urbano. Estuvimos 9 horas dentro, hubiéramos estado todo el día.

Panorámica del sector urbano de Machu Picchu

Panorámica del sector urbano de Machu Picchu

Últimos instantes en Machu Picchu

Caminando despacio, parando a cada instante, llegó el momento de despedirse. Le dije un hasta luego, porque un adiós siempre suena demasiado triste. Estoy seguro que volveré y esta vez iré a por el Huayna.

Este día en Machu Picchu quedará guardado para siempre en mi recuerdo, por especial, por único, por subir a 3082 metros, por la compañía, por ser la primera maravilla de esta RT21W, por las sensaciones, por el arco iris, porque viajamos para ver lugares como éste.

Y quedarán muchas imágenes, pero se pueden borrar. Lo que no se borrará será mi recuerdo de un día mágico en Machu Picchu, la maravilla de Perú y gran parte del mundo.

Feliz en Machu Picchu

Feliz en Machu Picchu