Os presento una aventura para conocer Tailandia a través de sus olores y sabores, mediante las sensaciones que transmite su gastronomía. Un recorrido por sus puestos callejeros, por sus comidas típicas, por sus platos exóticos, por su picante y, sobre todo, por las personas e historias que hay detrás de cada plato.
He de reconocer que siento pasión por los puestos callejeros, en cualquiera de sus modalidades: un simple tenderete, un carrito, una plancha… cualquier tipo me vale, me atrae y siento la necesidad de probar esos alimentos bien sentado o caminando. Entre un restaurante y un puesto callejero, siempre elegiré la calle, el contacto con la gente local, comprar dónde lo hacen ellos y degustar la comida al estilo tradicional.
El sabor de unas gambas a la plancha al lado de un río, de un pollo asado en plena carretera en un carrito, unas salchichas junto a un templo, un plato de verduras cocinadas en un fogón con 2 piedras, un plato de pasta sin sabor qué alimentos lleva ni de qué está hecha… todos esos recuerdos de sabores y escenas que nunca olvidas. Que convierten el momento de comer en un espectáculo, en un recuerdo para siempre.
¿Qué se puede comer en Tailandia?
Pues de todo y muy bueno. Como decía anteriormente, gran parte de nuestras comidas/cenas las hacíamos en puestos callejeros o tenderetes ambulantes, con una relación calidad/precio estupenda, pero eso no quita para que algún día nos diéramos el lujo de comer en un restaurante.
La segunda pregunta que se podría plantear, ¿es seguro y limpio comer en puestos callejeros? La respuesta, sin dudarlo y basada en nuestra experiencia, es SI. No hay que dejarse llevar por las apariencias o el entorno, comer en la calle es seguro y todos los productos son buenos y bien tratados.
Por poner un ejemplo, el mejor pollo que comimos en todo el viaje fue en un puesto callejero al lado de National Stadium. Estaba tan bueno, que nos llevamos más de medio puesto de brochetas de pollo. Otro ejemplo, unas deliciosas gambas y una sepia, que cocinaba una señora con una rejilla en el mercado flotante de Ampawha. Uno de los que más me gusto, en la entrada del parque natural de Khao Sok, una mujer que cocinaba a la puerta de su casa en un carro, con diferentes pastas, verduras, pollo y cerdo. Y, además de lo bueno que estaba, la señora nos regaló el postre, unas deliciosas frutas del árbol de su casa.
Si tenemos que hablar de un plato por excelencia o de referencia, éste sería el Pad Thai, un plato compuesto de fideos de arroz con huevos, salsa de pescado, salsa de tamarindo, verduras, pollo (gambas o tofu), con condimentos de cacahuetes picados y cilantro. ¡Una delicia! Probarlo es de obligado cumplimiento y disfrutarlo un placer para los sentidos.
Otros platos comunes y que encontrarás en casi todos los lugares es la combinación de pollo, cerdo, gambas con todo tipo de verduras y arroz o noodles dando lugar a un clásico wok tailandés. Este plato es un valor seguro, está rico, pero es cierto que día tras día, acaba por saturar. En la variedad de arroz, noodles, pollo, cerdo y verduras, está el punto medio del día a día.
Un buen consejo aplicado a todos los platos es preguntar si es picante o no, y en caso de no serlo, volverlo a preguntar. Tuvimos experiencias, algunas muy divertidas, otras menos (pedimos el mismo plato varias veces y seguí igual de picante), porque un plato tailandés indicado como picante, es muy picante, sólo apto para apasionados de las emociones fuertes y lenguas dormidas.
Sin embargo, también hay que saber que comer en puestos callejeros tiene su cara ‘b’, no siempre aciertas y la prueba-error basada en mirar los alimentos y pedir el que mejor pinta tiene no siempre funciona. A eso unes que en muchos de ellos, la persona que cocina no sabe prácticamente inglés, pues comienza la emoción. El momento culminante te puede llegar en áreas de servicio de carretera, donde el riesgo de equivocarte es muy amplio. Sin duda, quedará para el recuerdo un día, camino de Hua Hin, una comida en un puesto callejero, donde ninguno de los 5 platos que pedimos sabían como parecían… incluso alguno tenía el peor sabor en un plato que recuerdo, pero son cosas del directo, la emoción de la calle. Para acertar, casi siempre hay que fallar alguna.
Volviendo a los sabores y delicias de la gastronomía tailandesa, no me quiero olvidar de que la comida la hacen grandes las personas y en este caso, comer en un puesto callejero, tiene el gran aliciente de conversar y convivir durante unos minutos (a veces, horas) con las personas que lo regentan y eso no está pagado ni aunque el restaurante sea de lujo.
Uno de los mejores momentos que acreditan esto fue nuestra primera noche en Bangkok, donde, todavía desubicados, nos dispusimos a buscar un lugar para cenar a las 23:00, era difícil, pero el amable hombre del hotel, nos recomendó uno situado a 2 calles. Y el lugar no era más que un simple puesto callejero con apenas 3 mesas. Dado el hambre que teníamos, ni dudamos, queríamos cenar allí, fuera lo que fuese… rápidamente las personas que estaban allí, nos dijeron (o eso entendimos) que no habría ningún problema y en rápido despliegue, montaron una mesa para 8, pusieron cerveza y un plato de verdura con pollo.
Que no fue el mejor plato que comimos, seguro, pero quedó suplido por su amabilidad, trato y buena voluntad. Además siempre nos quedará el recuerdo de ver pasear a “otros animales” por la zona donde se cocinaba… pero eso era parte del encanto. El lugar se quedó con el nombre de “El Rati”, sacad vuestras propias conclusiones…
Y terminamos con más comida de la que degustamos en Tailandia, en muchos casos todavía me viene el recuerdo, el aroma, las sensaciones. Y que ricas y variadas las cervezas: Chang, Tiger o Shinga, incluso alguna San Miguel se ve en Bangkok.
¡Ah! Y si pensabais que no comimos nada exótico, que mejor muestra que los saltamontes y gusanos que comimos en Bangkok. Otra delicia, no para comer todos los días, pero sí para probarlos alguna vez. Son aperitivos estupendos: saltamontes, muy crujientes y los gusanos, con sabor a anacardo frito con sal.
En definitiva, disfrutad de la comida en Tailandia. Dejad vuestros prejuicios, olvidaros del picante y dejaros llevar por los colores, olores, sabores y sensaciones, probad todo lo que podáis y os apetezca, no os arrepentiréis y podréis tener vuestra propia aventura gastronómica en Tailandia.
Sin duda alguna no se con que quedarme, pero en Ko Tao me llamaron la atención un pescado en papillote que había que negociar su precio todo ello cocinado al aire libre y como no un puesto con carne a la parrilla increíble y con un postre/batido al que nos invitaron que estaba de muerte.
Habrá que probar un pad Thai en un restaurante tailandes aquí en España, aunque o será lo mismo.
Que recuerdos más buenos me trae este artículo.
Acabo de descubrir tu blog y lo primero que leo es una entrada sobre la comida en Tailandia. Nos vamos en poco más de un mes y me ha encantado leerlo.
Voy a seguir inspeccionando.
Un saludo.
Hola María.
Me alegra leer tu comentario. Yo sí que te seguía 🙂 he leído parte de tu fantástica guía de Perú y el resto lo tengo en «el debe» para cuando pueda ir.
En el blog encontrarás varios post de Tailandia, centralizados en la guía .
Si tienes alguna duda, nos puedes escribir directamente al correo o bien dejando algún comentario en algún artículo 😉 Lo tenemos todavía muy reciente y seguirán saliendo artículos nuevos.
Saludos,
Alejo
Es genial encontrar cosas así cuando planeas un viaje a Tailandia en agosto. Seguro que el resto de las entradas me encantan!! Y la última foto del plato sorpresa me ha dejado súper intrigada!!!
Gracias, Victoria. Para cualquier cosa, me comentas 🙂
Que buen descubrimiento tu blog, para el verano que viene quiero ir a Tailandia y me va a servir para sacar mucha info.
Un saludo!
Felicidades por el post, ha sido de mucha utilidad y lo tendremos muy en cuenta!! En Julio y Agosto nos vamos a Tailandia y nos estamos informando antes de ir para no meter la pata y abrasarnos la lengua nada mas lleguemos… porque odiamos el picante!
Os seguimos leyendo!
Hola Mercedes.
Si no os gusta el picante, tendréis que ir con el doble de precaución 🙂 aquí son mucho de no picante y luego tener.
Aún así, lo disfrutaréis!
Buen viaje!