Historia de Santa Sofía (de Mezquita a Museo)
Mezquita (1453-1935)
En 1453 el sultán Mehmed se instaló en Constantinopla, impulsado en parte por el deseo de convertir la ciudad al Islam. El sultán prometió a sus tropas tres días de pillaje desenfrenado si la ciudad caía. La iglesia de Santa Sofía no estaba exenta de los destrozos, convirtiéndose en su centro de coordinación, puesto que los invasores creían que contenía los tesoros más grandes de la ciudad. Poco después de que las defensas de la ciudad se derrumbaran, saqueadores se dirigieron a la iglesia de Santa Sofía. Atrapados en la iglesia, feligreses y refugiados se convirtieron en botín para ser repartido entre los invasores.
El edificio fue profanado y saqueado, y los ocupantes fueron esclavizados o sacrificados; algunos de los ancianos y los enfermos fueron asesinados, y encadenados el resto. Los sacerdotes continuaron para realizar los ritos cristianos hasta que se fueron detenidos por los invasores. Cuando el Sultán y su cohorte entraron en la iglesia insistió en que debía ser transformada en mezquita.